Hace unos días me llamó Regina, a quien tuve el gusto de acompañar en el nacimiento de su hijo Sutra, para compartirme este texto con las reflexiones y aprendizajes que le dejó la experiencia de su parto.

Ella se había preparado en Experiencia y después del parto le hice una visita a su casa, como acostumbro a hacer en todos los nacimientos en los que participo porque hablar del parto es muy necesario para poder integrar la experiencia. Y es que dar a luz es tan fuerte, que uno tiene que ir de a poquito recordando, escuchando, hablando, asimilando, aceptando... para poder comprender  lo que ha ocurrido. Y es en estas visitas donde hablamos largo y tendido y nos permitimos comentar de todo. Al salir le sugerí que escribiera sus reflexiones y nos despedimos con un largo abrazo. 

Gracias Rex por compartir tus reflexiones con todos.

Ana Maza

_________________________________________________________________________________

¡Estoy feliz de presentarles a mi hijo Sutra! Nació el 21 de julio con perfecta salud y afortunadamente pudimos tener el parto que soñaba. 

Como era de esperarse desde que mi pequeñín llegó mi vida ha cambiado por completo. Creo que grandes cambios abren la puerta a nuevas visiones y entendimientos. Hoy quiero compartirles algunos aprendizajes que mi hijo de 3 semanas ya me ha enseñado. 
 
ES NUESTRA RESPONSABILIDAD CREAR EL PARTO QUE QUEREMOS.
Semanas después de enterarme que estaba embarazada fui con un reconocido doctor. Fue una experiencia traumática. Salí sintiéndome desempoderada y con mucho miedo al parto. Si mi primera visita al doctor había sido así... ¿qué me esperaba el resto del embarazo?
Una amiga me dijo que tenía que ir con su doctor, que era lo máximo y me iba a hacer sentirme súper diferente. Así fue como llegue con el Dr. Gilberto Ramirez. En la primera consulta supe que quería que mi hijo naciera con él, salí sintiendo que estar embarazada era lo más natural y a partir de eso me relajé muchísimo y lo pude disfrutar.
Otra persona clave fue Ana Maza, mi doula. ¡Uy! Qué hubiera sido de mi sin Ana... ¡probablemente seguiría en el cuarto de labor! Ella fue un gran apoyo antes, durante y después del parto. Estuvo conmigo en las contracciones más difíciles siempre con un nuevo método que me ayudara a seguir adelante. 
Cada parto es diferente y distintas mujeres buscan cosas diferentes. Pero algo que aprendí es que solo 1 de cada 100 mujeres en México tenemos la posibilidad de escoger el parto que queremos tener y solo el 2% de los partos son en hospitales privados. Si tenemos la opción de elegir es nuestra responsabilidad informarnos  y saber en qué nos estamos metiendo para poder tener un doctor y un parto que nos empodere. 
Primero hay que tener claridad sobre lo que buscamos. A mi me sirvió muchísimo leer el libro The Thinking Women´s Guide to a Better Birth para entender las distintas opciones que tenemos y lo que cada una implica.
 
DEJA IR EL CONTROL.
Una de las cosas más maravillosas de un parto es que no lo controlamos. Y en un mundo donde creemos controlar todo eso puede ser aterrorizante. No sabemos cuándo va a nacer, cómo va a nacer, cuánto tiempo va a durar el parto, cuánto va a doler... 
¡Wow! Eso nos presenta una realidad que normalmente no queremos ver y ¡está llena de magia!
Dejar ir el control y aceptar lo que el parto nos presente nos prepara para que nuestra vida sea volteada de cabeza por nuestros hijos.
  
PODEMOS MÁS DE LO QUE IMAGINAMOS.
Uno de mis mayores miedos era que no iba a poder parir. Aunque quería un parto natural, sin anestesia y en agua una parte de mi dudaba que fuera posible. Después de unas 8 horas de contracciones sentía que ya no podia más, ya estaba harta, cansada y no tenía idea de cuánto tiempo mas podía faltar. Recuerdo que había una pregunta que pasaba constantemente por mi mente y que dije varias veces: "¿si voy a poder?"
En una de esas mi doctor me miró y me dijo: "ya pudiste" ¡Wow! No lo podía creer... Faltaba poco para que mi hijo naciera y lo iba a lograr. 
Esa frase de "ya pudiste" se ha quedado grabada en mi mente. Tener a mi hijo conmigo ha sido maravilloso, pero también viene acompañado de momentos muy retadores. Cada vez que me cuestiono "si voy a poder" regreso a ese momento de mi parto en el que dudaba de mi misma y sin saberlo estaba "pudiendo" mucho más de lo que me imaginaba. ¡Es increíble la forma en que mi partó me empoderó!


DISFRUTA CADA INSTANTE. NUNCA REGRESA.
Muchas veces cuando pasamos por cosas difíciles esperamos que pasen pronto y fantaseamos con el pasado y el futuro.  
Estar embarazada, el dolor y poco control del parto y la gran demanda que requiere cuidar a un recién nacido definitivemte ha traido consigo momentos difíciles. Sin embargo, hoy extraño mi panza de embarazada, extraño el día que mi bebé nació y estoy segura que es cuestión de tiempo para que extrañe los momentos tan intímos a la mitad de la noche en los que lo amamanto. 
Todos los días trato de recordar que todo pasa (y muy rápido), estar presente y disfrutar lo más posible.
  
MUCHÍSIMA ADMIRACIÓN POR LAS MUJERES Y POR NUESTRO MARAVILLOSO CUERPO.
Lo que las mujeres logramos hoy en día es impresionante: creamos vida, somos madres y pilar del hogar, tenemos carreras, cuidamos nuestro cuerpo y nos vemos increíble ¡somos unas campeonas! En la mayoría de los casos nuestro motor e inspiración son nuestros hijos. Durante el embarazo descubrí una fuerza en mí que no conocía. 
Estoy maravillada por nuestro cuerpo, por nuestra capacidad de dar a luz y producir el alimento más perfecto para nuestros hijos. Cada día siento como la maternidad me fuerza a transformarme y crecer para ser mi mejor versión. 
¡Ha sido increíble sentir una gran complicidad y apoyo de muchas mujeres! Definitivamente nos necesitamos unas a otras. Hoy siento un gran respeto y admiración por cada mujer que ha traído y cuidado a un hijo en este mundo.