Todo en la vida tiene un propósito
Todo en la vida tiene un propósito, cada experiencia es un aprendizaje y un área de oportunidad para el crecimiento personal y la llegada de Leonardo a este mundo no fue la excepción.
Desde antes de estar embarazada teniamos la idea de tener un parto en agua y poco a poco fuimos generando las condiciones para que sucediera, sin embargo para qué son los planes si no para cambiarlos!!!
Al inicio del embarazo íbamos con mi ginecólogo habitual, el cual desde el principio por la edad (35 años) quería programarme una cesárea, con lo que yo por supuesto no estaba de acuerdo. Por recomendación, llegamos a tomar el curso psicoprofiláctico con Guadalupe, Mercedes y María Elena, quienes a su vez nos recomendaron con el Dr. Celaya (Excelente médico pero sobre todo un gran ser humano), llegamos en el quinto mes de embarazo y le expusimos nuestras inquietudes, recalcando por supuesto que teníamos la idea de un parto sin intervenciones y más específicamente en agua; él enseguida me revisó y nos dijo que no había ningún inconveniente y que si mi embarazo se desarrollaba de forma normal podríamos llegar a tener a nuestro bebé como lo planeamos.
El curso nos pareció fantástico, lo que mas nos gustó e impactó fue conocer todos los derechos que tienen tanto la madre como el bebé durante el parto y al nacer, definitivamente el saber te da tranquilidad, seguridad y capacidad de decisión; cabe señalar que durante las sesiones no sólo aprendimos sobre el proceso del embarazo, el parto natural, las respiraciones, etc… También dedicaron un tiempo para mostrarnos las desviaciones que pueden ocurrir, las implicaciones de un bloqueo o de una cesárea y cómo manejarlo; claro en el momento yo pensé: “es bueno saberlo, pero eso no me va a ocurrir a mí”…. Y que creen? Terminé haciendo uso de toda la información que nos dieron, fue muy importante para Pablo y para mí saber lo que iba a suceder y tomarlo con filosofía, pues al final lo único y lo más importante es que mi bebé y yo estuviéramos bien.
Para no hacer la historia muy larga les resumo mi experiencia de la siguiente forma:
Mi doula no pudo ser mi doula; con mi doula suplente no pude comunicarme cuando inició el trabajo de parto; así que nos comunicamos con Mercedes Campiglia, quien por supuesto ya estaba enterada de la inminente llegada de Leonardo y rápidamente se lanzó al hospital con nosotros. Hay situaciones que están destinadas a ser y el que Mercedes nos acompañara en el alumbramiento era una de ellas y estamos profundamente agradecidos por ello.
Después de 15hrs de trabajo de parto, ya en la sala con la tina llena, al llegar a los ocho o nueve cm de dilatación, no recuerdo muy bien, las contracciones en vez de ser cada vez mas fuertes se fueron distanciando hasta los 6 minutos. El Dr. Celaya preocupado por mi cansancio físico y el bienestar del bebé, nos comento que no estaba avanzando y sugirió ponerme bloqueo y oxcitocina para intentar que naciera por parto vaginal, pero nos explicó que solo podía estar así una hora por todo el proceso que ya llevábamos y por la salud de los dos, así que bueno me canalizaron y se me aceleraron de nuevo las contracciones, me pusieron el bloqueo y la oxcitocina ya no fue necesaria, después de una hora no progresó…a quirófano para cesárea!… Justo de lo que estuve huyendo los nueve meses, pero bien dicen que lo que resistes, persiste… al final Leonardo nació muy bien, se lo llevaron 2hrs a incubadora pero en cuanto salí de recuperación me lo llevaron a la habitación pues habíamos solicitado estancia conjunta; en el momento que me lo entregaron me lo puse en el pecho y mágicamente comenzó a tomar calostro, estaba súper despierto y alerta y a partir de ese momento no nos hemos separado.
Bueno, les conté todo lo anterior para llegar a los siguientes puntos:
1. Trabajo de parto sin intervención: Duele? Si, mucho, pero es un dolor con objetivo, el saber que al final de ese proceso va a nacer tu bebe es lo mas alentador del mundo así que no te importa, lo tomas por los cuernos y lo vives con intensidad y pasión; claro sin Mercedes y sin Pablo mi esposo no hubiera resistido tanto, es un trabajo de equipo en donde se combina la experiencia y el amor, todos con un mismo fin. Mercedes muchísimas gracias una vez mas, por estar al pie del cañón y no moverte de nuestro lado un segundo a pesar de que fue agotador y Pablo, bueno que te puedo decir tu apoyo y el tenerte siempre a mi lado fueron mi inspiración para no rendirme.
2. Bloqueo: Invasivo, desde la canalización hasta tener que acostarte en una camilla con contracciones y que te obliguen a hacerte bolita para poder poner el catéter para mi fue una experiencia horrible, es como si tu voluntad y tu voz poco a poco se fueran borrando y tus sentimientos y sufrimiento no importara, pero bueno, un mal necesario y en condiciones muy específicas por que yo ya estaba agotada, el objetivo, el mismo que el punto anterior, el alumbramiento de tu bebe sano!
3. Cesárea: Agresivo en mi experiencia, entran en la jugada de pronto muchas personas, te limpian, te ponen sonda, y te hacen quién sabe cuantos procedimientos para prepararte y ni hablar de que te abren, te mueven todo y te dan un fuerte tirón para poder sacar al bebe, dejas de ser una mujer en trabajo de parto para ser una paciente, pero no hay que perder el objetivo, que tu bebé nazca sano!!
Quiero aclarar que no estoy satanizando ningún procedimiento, solamente les comparto mi experiencia, al final tuvimos que pasar por todo esto para que Leonardo naciera y lo más importante es que los dos estamos perfectamente bien.
El Aprendizaje: el nacimiento de un bebé no es algo que se planea, puedes informarte y elegir tenerlo de la forma que te parezca mejor pero a fin de cuentas es una incógnita como será.
Quiero compartir que soy una persona a la que le gusta planear todo, me gusta tener el control de la situación y si algo me enseñó la llegada de mi hermoso pequeño a este mundo es a trabajar mi flexibilidad, a partir de que Leonardo llego a nuestras vidas nada es como lo planeas y todo es nuevo e inesperado, es maravilloso ser papás y hay que estar abiertos a recibir las experiencias tal y como vienen y disfrutarlo al máximo, si hoy me preguntas lo volverías a vivir todo para ser mamá, sin dudarlo te digo que “SÍ”.
Consejo: ESTAR INFORMADO PARA PODER DECIDIR
El alivio de un masaje ancestral
Soy Lorena Santillana y llegamos mi esposo Gerardo y yo a EXPERIENCIA con la finalidad de saber todo acerca del nacimiento de nuestra bebé.
Conforme pasaban las sesiones, nos dábamos cuenta que lo que sabíamos acerca del embarazo, el parto y la crianza era muy poco o casi nada.
Sabíamos que en el tercer trimestre las incomodidades físicas para la mamá irían en aumento como por ejemplo, que por el espacio que va ocupando el bebé, tiene dificultad para respirar y no encuentra fácilmente posición al dormir. Sin embargo, lo que no sabíamos es que existe un remedio que alivia la incomodidad, viene de años atrás y que incluso en la actualidad las parteras siguen utilizando: EL MASAJE. Así de sencillo como se oye pero que mi esposo y yo ignorábamos.
Pues así me encontraba yo en la semana 31, verdaderamente incomoda y desesperada de que me costara trabajo respirar. Incluso llegué a ponerme muy nerviosa solo de pensar que si así me sentía a la semana 31, cómo sería a la 38 o cercana la 40. Solo de pensarlo me daba mucha ansiedad, miedo, nerviosismo, mismos que me ponían aun más incomoda.
En una de las sesiones, le comenté a Guadalupe de esa incomodidad y me preguntó si podía darme un masaje para remediar mi problema. Por un momento pensé que era para relajarme, porque le comenté que en esa clase, con un ejercicio de relajación que hicimos, me puse muy ansiosa porque no pude relajarme por lo mismo. Sin embargo, para mi sorpresa se trataba de un masaje que se da para reacomodar a la bebe. Al tiempo que me daba ese masaje, iba sintiendo un profundo alivio y empecé a sentirme relajada.
Preguntó mi esposo si lo podíamos hacer nosotros, pero por muy sencillo que se viera, es algo que solo quien sabe de eso y con experiencia lo puede hacer para evitar lastimar al bebé, y ya lo creo que así debe ser.
A partir de ahí pude dormir, pude respirar y sentirme cómoda y seguir disfrutando esta etapa tan maravillosa en la que estoy.
Actualmente tengo 34 semanas, y puedo decir que me siento mejor que en la semana 31 antes de recibir el masaje, disfrutando el aquí y el ahora y sin estar agobiada o pensando en como me voy a sentir en unas semanas.
Gracias Guadalupe por tu entrega, por compartir tus conocimientos con los cuales haces que los nervios se transformen en gozo y podamos experimentar y disfrutar al 100 nuestro embarazo.